La juventud y la aversión a lo militar.

Uno de los efectos colaterales de no haber juzgado a los civiles cómplices y autores intelectuales de la última dictadura es que se instaló en la conciencia de cierto sector de la sociedad una distorsión de la realidad. Hay mucho joven bien comido en nuestro país que odia a los militares de modo genérico, esto es, consideran que todo “milico” es represor por definición. Eso es como si dijéramos q ue todo taxista es garca, por ejemplo y para no dar más ejemplos que puedan herir la susceptibilidad de los posmodernos. Es una generalización. Y las generalizaciones suelen ser bastante brutas, especialmente cuando ignoran el contexto histórico en el que se insertan. Hoy hemos tenido acá a cualquier cantidad de bien comidos, casi todos jóvenes rebeldes “de izquierda”, expresando su desprecio por los “milicos”, o por la “gorra”, como dicen ellos en su emulación berreta del lenguaje tumbero. Tienen todo cubierto y asegurado, tienen la mejor obra social, pero quieren hablar como pibes de barrio ...